MALDIVAS: Si quieres ser ingrávido hazte Manta

Para contarles a los demás las experiencias en nuestras inmersiones o en nuestras reuniones en tierra.
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Izen
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MALDIVAS: Si quieres ser ingrávido hazte Manta

#1 Mensaje por Izen »

Esta crónica no es nueva. Hace ya bastante tiempo que la publiqué en mi blog pero la he querido traer ahora aquí para compartirla con todos y dedicársela, como hago más abajo, al compañero desaparecido cuya imagen desde hace tiempo encabeza este foro.

Este viaje se remonta a noviembre de 2010. Las fotos ciertamente no son las mejores. Están tomadas con una antigua Canon G10 sin flash externo. Aún así creo que apoyarán suficientemente este relato personal de un vida bordo en Maldivas no exento de sorpresas y algunas no muy agradables ...

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“Aguas, que contempladas desde el cielo, enmudecen con sus tonalidades surrealistas. Una lámina multicolor salpicada por un millar de minúsculas islas que no se elevan más allá de la medida de un simple ser humano y que languidecen sentenciadas a hundirse por la raza más viral. Más abajo, las majestuosas mantas dan clases de ingravidez a terrícolas productores de burbujas que juegan a ser anfibios”
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Maldivas … el país más llano del planeta con una altitud máxima de tan sólo 1.8 metros en la isla Vilingili, en el atolón Addu. Un territorio de ensueño, cuyas aguas de increíbles tonalidades turquesas y esmeraldas ya admiramos hace unos años desde un pequeño hidroavión rumbo hacía la diminuta isla de Horubadhoo donde nos alojaríamos en su resort, Royal Island, durante una semana y desde la que, por primera vez, contactaríamos con los fondos maldivos.

Es un secreto a voces que este idílico lugar probablemente no sobrevivirá al siglo XXI y que será enteramente buceable para el venidero XXII. Todo ello, gracias al calentamiento global provocado por la implacable sociedad de consumo, la inconsciencia de los dirigentes internacionales y el contaminante interés de las grandes industrias a la orden del inexorable poder del vil metal que no solo afecta al nivel de la superficie del territorio obligando a la construcción de diques de contención sino que está aniquilando progresivamente el precioso coral.

Este aún glorioso archipiélago lo constituyen alrededor de 1190 islas coralinas agrupadas en 26 atolones que ocupan un territorio de aproximadamente 90.000 km². Las principales suelen están ocupadas por un solo resort. Afortunadamente suelen estar construidos respetando razonablemente su entorno y donde, lejos del tumulto y del ruido, se puede encontrar el reposo del guerrero urbanícola además de unas playas que cortan la respiración.

Las islas más privilegiadas suelen adornarse con una preciosa laguna y arrecifes accesibles desde sus orillas donde poder disfrutar haciendo snorkel tras los buceos en busca de tortugas y peces tropicales e, incluso, observando a los tiburones baby cazar donde rompen las olas e incluso fuera del agua. En una de ellas, de tan sólo 800 metros de longitud y 100 metros de ancho nos alojaríamos en nuestra primera visita hospedados en una cabaña casi pegada a la espuma del mar desde la que pudimos conectar de un modo absoluto con este fabuloso y único entorno natural.

Nuestra siguiente visita tendría un objetivo más ambicioso. Saltar las barreras de las limitaciones que para el buceo impone una estancia en tierra, donde tan sólo se pueden alcanzar los puntos de inmersión más cercanos, para lo que nos embarcamos durante una semana durante la que poder abarcar un territorio mucho más extenso y tener una visión más completa de lo que oculta esta increíble zona del Índico bajo sus portentosas aguas.

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Así, llegamos a Male para dejar tierra y zarpar en el Ark Royal. Un gran barco, amplio, con 35 metros de eslora y 10 metros de manga que lo hacían muy confortable y que contaba con un cómodo Dhoni, embarcación auxiliar de apoyo, para alcanzar sin problemas los puntos de buceo donde el calado del yate no lo permitía y de paso alejar el molesto ruido del compresor recargando las botellas …

Como punto negativo de la empresa organizadora, que por dar una pista y no querer hacer daño tiene nombre solar, destacar que como les fue tan bien llenando nuestro barco, ni corto ni perezosos fletaron otro de similares características incluyéndoles, como a nosotros, un nitrox gratis en el precio del que realmente no disponían y que después intentaron que compartiéramos por mitad poniéndonos en el desagradable compromiso de enviarnos a bordo a una representación de los solicitantes lo que lógicamente no sucedió tras someter a votación popular la propuesta ante las airadas e improcedentes protestas de los buzos vecinos que no prosperarían por ser un problema ajeno a nuestra voluntad y propio de la codicia del agente y responsable legal de darles una solución …

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Desde esta estupenda nave gozaríamos del espectáculo de alto nivel que se sirvió desde el principio. Serían varias inmersiones de una hora volando continuamente junto a las grandes mantas en su estaciones de limpieza y admirando la agilidad de sus movimientos de continuos círculos y loopings en los que nos pasaban a escasos centímetros con esa asombrosa capacidad de maniobra inesperada para un ser de tan imponente tamaño y peso. Este gran espectáculo se repetiría durante varias jornadas y, afortunadamente, sin la presencia de más barcos, tanto es así que, en la última de ellas, me sorprendí ignorándolas dándole la espalda para buscar piezas menores que fotografiar, como langostas, morenas y nudibranquios, mientras estos impresionantes ejemplares seguían aseándose y dando vueltas …

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No faltarían a la cita los abundantes peces tropicales, aun cuando no en la tremenda cantidad de otros fondos mucho más ricos del planeta. En la desoladora visión de las tristes extensiones plagadas de coral muerto ya se podían comenzar a leer los primeros capítulos de una obra con un final muy poco alentador …

Sumido en esos penosos pensamientos la fortuna quiso compensarnos con la siempre agradable compañía del tiburón ballena en snorkel junto con la presencia cercana de tiburones en el arrecife incluso de sus crías cobijadas bajo la seguridad del techo de los pequeños corales mesa.

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Y, como no … Asistiríamos a la visita obligada, proclamada por muchos como la mejor nocturna del mundo, Maaya Thila, y no irían muy desencaminados si no fuese porque se está convirtiendo en una exposición internacional del foco y la linterna donde coinciden demasiados barcos con sus respectivos buzos al mismo tiempo … Una auténtica lástima, que, seguramente terminará por dañar este soberbio punto de buceo en el que presenciamos los planeos de grandes pastinacas, morenas zigzagueando por los recovecos del arrecife y abundantes tiburones de mediano tamaño nadando a escasos centímetros del fondo …

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Pero como corresponde a todo ambiente placentero y de concordia, por la inexorable Ley de Murphy, si algo puede salir mal, saldrá mal y así, como vivíamos en el yang del lado soleado del thila tuvo que llegar el yin o portador del nubarrón obstructor de la felicidad, que en esta ocasión tenía por nombre Bartolillo …

Aclarar que el individuo en cuestión. lógicamente, no se llamaba así, sino que este fue el apodo que le puso cariñosamente un ocurrente miembro del grupo de buzos con el que viajábamos. Este ser, que no merecía la calificación de humano sino otra compuesta por una palabra más gruesa y malsonante … era un supuesto guía nativo que, según nos comentaron miembros de la tripulación, tenía por costumbre empinar el codo clandestinamente y con nocturnidad. Esta perjudicial afición provocaba que al día siguiente pretendiera concluir con la rapidez del rayo las inmersiones para irse a descansar o para volver a sus andadas. Para ello, de salida picaba a los treinta y pico metros de profundidad y, por supuesto, siempre contra corriente, con lo que durante la primera jornada intentó secar los tanques de los que confiadamente siguieron su etílica estela y no tuvieron la precaución de ir tras él pero unos diez metros más arriba donde se veía exactamente lo mismo que por donde este ser aleteaba …

Este escenario no volvería a repetirse porque en la siguiente jornada el experto grupo al ver que repetía táctica optó por ascender a una cota más sensata para lo que había que ver y optó por bucear justo en la dirección contraria, esto es, a favor de corriente y cada uno a su libre albedrío dejándolo más sólo que la una … todo apuntaba a que se le había dado su justo merecido y que habría entendido el mensaje …

Pero nada más alejado de la verdad. La terrible venganza de Bartolillo no se haría esperar. Al día siguiente nos llevaría amablemente a conocer Miyaru Faru. Miedo me da aun pronunciar este nombre que quedará grabado en mi mente anfibia por el resto de mis días, tanto o más que a los muchos magos que les sucediera con el temido Voldemort …

Una vez fondeados allí. Este ente maligno, que entre sus muchas deficiencias tenía la del machismo arraigado por la que continuamente desacataba las órdenes de la inexperta directora del crucero, haría una breve y previa inmersión de pseudocomprobación del estado de la corriente para lanzarnos sin más preámbulos al paso de un atolón donde se suponía que habría una ligera corriente que sortearíamos bajando velozmente hasta el borde de una plataforma para allí quedar agarrados y disfrutar tranquilamente de los tiburones pasando para hacer sus cosas como los espectadores de un cine de verano, en esta ocasión, al agua libre … ¡Un gran plan! …

La realidad, sin embargo, sería radicalmente distinta. Lo que esperaba abajo era un aterrador huracán subacuático fuerza 5. Aún mayor para los dos infelices que se lanzaron desde el barco a la deriva los últimos y que cayeron más alejados de la plataforma y en medio del canal. Desafortunadamente, yo era uno de ellos y así entramos de lleno en el brutal corrientón del estrecho paso.

Sería muy largo contar las peripecias y recursos de los que tuvimos que tirar en la que, sin duda y de lejos, sería la peor inmersión que he realizado en mi vida enfrentando una corriente varias veces más fuerte que la mayor que he experimentado nunca. Aquellas que se empeñan en arrancarte la máscara y que dejan lívidos a los novatos serían ligeras brisas submarinas junto a esta auténtica bestia.

Esta masa de agua brutal nos llevaba como plumas aun cuando te agarrabas a piedras tan grandes como tu cuerpo y con la roca incluida. Y no solo nos hacía tragar continuamente agua al respirar a través del regulador al presionarlo sino que acabaría por ponerme el octopus en pérdida continua sin poder advertirlo. A esto se sumaría la tremenda fatiga del esfuerzo agónico de reptar agarrado  a lo único que me sujetaba, el mismo suelo rocoso, en un vano y desesperado intento de llegar hasta a mi compañera. Todo unido provocaría que el tanque terminara por vaciarse en un suspiro justo cuando ya comenzaba a percibir, en la difusa lejanía, la inconfundible pegatina amarillenta de nitrox sobre el tanque de un buzo que no llegué a poder identificar. Esa pequeña alegría cedería de inmediato al percibir el peligroso indicador del regulador endureciéndose cada vez más al respirar, síntoma inequívoco de que tan solo quedan dos o tres bocanadas y sin posibilidad alguna de pedir aire a nadie en medio de la más absoluta calamidad. Tan solo me quedaba protagonizar el primer ascenso de emergencia de mi historial de hombre rana apelando a la calma como mi mejor ayudante hasta conseguir sacar la cabeza sobre la lámina del mar sin dañar a mis queridos pulmones.

Ya en superficie tocaba lo peor. La angustiosa espera de ver asomar la cabeza de mi compañera y la del resto de buzos que se prolongaría más de la cuenta. Un calvario que no se lo deseo a nadie y que se me antojó eterno en la compañía de la angustia más amarga como invitada indeseada.

El primero en salir, tan solo unos segundos después, sería el buzo fotosub que se tiró conmigo. Al verlo me recorrió un momentáneo sentimiento de alivio. El resto se demoraría en aparecer algunos interminables minutos más durante los que me recorrieron sudores fríos hasta que por fin logré divisar a mi PGP (pepito grillo personal) emergiendo sano y salvo. La indescriptible satisfacción de verla casi me hizo olvidar de golpe uno de los tragos más envenenados de mi existencia anfibia.  Afortunadamente,  según supimos más tarde, al entrar antes que nosotros en el agua no les había afectado de lleno la infernal corriente del paso y habían podido alcanzar la plataforma y agarrarse más mal que bien a las piedras aunque tampoco se libraron del vendavalsub ni de tener que abortar la inmersión. Con la totalidad del grupo ya reunido en cubierta el panorama de nuestras caras era un trágico poema y tan explícito como las ganas de coger a cierto individuo por el cuello ...

Buzos con más de un millar de inmersiones comentaban al salir no haber conocido nada igual ni por asomo … Ni que decir tiene que al llegar a la superficie nos acordamos malamente de todos y cada uno de los ancestros del infame Bartolillo, especialmente, el compañero que se lanzó conmigo y que, al no llevar guantes como si fue mi caso, se dejó la piel de las manos desnudas en las rugosas y cortantes piedras del fondo del angosto paso arrastrándose contra la corriente para no acabar en vete a saber donde ... Durante días las tuvo como dos botijos y tan sólo le quedó el consuelo de haber salvado de milagro su equipo fotográfico de más de diez mil euros aunque no sin algunas mermas …

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Tras tan traumática experiencia, de la que una de sus víctimas dejaría constancia ilustrada en el tablón de los briefings, disfrutaríamos de la típica y agradable cena-barbacoa en la playa durante la que uno de nuestros componentes, por cierto, el mismo que se abotijó las manos, continuaría incrementando su lista de infortunios padeciendo en carne propia el inesperado ataque aéreo de un enorme murciélago de la fruta, probablemente amaestrado por Bartolillo, que con nocturnidad y alevosía, y ya en los postres, se lanzó hacia él con un raudo vuelo rasante, arrojándole una ponzoñosa bomba fétida directamente a la cara que lo puso perdido. Menos mal que la víctima llevaba gafas lo que disminuyó notablemente el daño provocado por el hediondo reguero de los excrementos del diabólico mamífero volador …

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Incidentes aparte la travesía resultó francamente divertida, acompañados por un animado y variopinto grupo de buceadores españoles con los que compartimos grandes momentos bajo el agua y, más aún, sobre ella, incluidas la habitual visita a un poblado local, las extraordinarias puestas de sol y los plácidos paseos al atardecer por las blancas playas desiertas …

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De regreso a puerto, las últimas horas las emplearíamos en pasear por las calles de Male, hacer las inevitables compras y compartir con el grupo un suculento almuerzo de despedida …

Ya en el avión, cierro los ojos y aún puedo contemplar con nitidez las elegantes acrobacias de las ingrávidas mantas dibujando su cadenciosa danza sobre un luminoso azul tan solo afeado por los oscuros nubarrones de la plaga humana cerniéndose sobre él.

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Dedicatoria 1.- Irá, en primer lugar, dirigida a la memoria de Nandu. Un gran buzo con el tuve la gran suerte de compartir esta experiencia bajo el agua además de gratificantes charlas en cubierta y del que incluso dejo aquí el recuerdo de su imagen congelada para siempre al contraluz disparando con su certera cámara Canon a una manta bien pegados. Un fuerte abrazo desde aquí a donde quiera que estés ...

Dedicatoria 2.- Aunque este apartado suele estar dedicado a los que se hicieron merecedores de ser positivamente distinguidos. En esta ocasión será al revés e irá dirigida a Bartolillo a quien le deseo que cumpla muchos Miyarus Faru durante su dilatada vida de guía y en el centro del canal en su máximo apogeo …
LIBRO en PAPEL de Izen Kai: BUCEAR con TIBURONES. Cómo AMARLOS sin ARREPENTIRSE en el intento. https://izenkai.wordpress.com/2021/08/3 ... l-intento/
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Re: MALDIVAS: Si quieres ser ingrávido hazte Manta

#2 Mensaje por villata »

... y ahora qué???

Ya te he visto y leído por otro lado... y contigo pienso qué sería de nosotros si por una vez, en lugar ( bueno, no es excluyente ) de estos pedazo de reportajes, para mí de los mejores que he leído ( por la manera de escribir, contar y expresar vivencias propias ) y visto ( por la calidad y cantidad de las fotos ) hicieras un vídeo...

¡Creo que sería sublime!

Aunque tengo claro que si no lo has hecho ya, está claro que tus motivos ( y bien fundados ) tendrás.

Normalmente me suelo leer entre una y dos veces cada hilo de este tipo ( de estos extensos que explican sus viajes y demás ); en tu caso, ¡¡nunca bajo de TRES!!

Y ahora me respondo a la pregunta inicial: pues más de lo mismo, con la misma calidad que nos tienes acostumbrados en tus relatos.

Y por supuesto, gracias por homenajear al gran amigo de la mayoría de los que por aquí nos movemos.

:plas: :plas: :plas: :plas:

Gracias nuevamente por hacerme viajar.

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Izen
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Re: MALDIVAS: Si quieres ser ingrávido hazte Manta

#3 Mensaje por Izen »

villata escribió:... y ahora qué???

Ya te he visto y leído por otro lado... y contigo pienso qué sería de nosotros si por una vez, en lugar ( bueno, no es excluyente ) de estos pedazo de reportajes, para mí de los mejores que he leído ( por la manera de escribir, contar y expresar vivencias propias ) y visto ( por la calidad y cantidad de las fotos ) hicieras un vídeo...

¡Creo que sería sublime!

Aunque tengo claro que si no lo has hecho ya, está claro que tus motivos ( y bien fundados ) tendrás.

Normalmente me suelo leer entre una y dos veces cada hilo de este tipo ( de estos extensos que explican sus viajes y demás ); en tu caso, ¡¡nunca bajo de TRES!!

Y ahora me respondo a la pregunta inicial: pues más de lo mismo, con la misma calidad que nos tienes acostumbrados en tus relatos.

Y por supuesto, gracias por homenajear al gran amigo de la mayoría de los que por aquí nos movemos.

:plas: :plas: :plas: :plas:

Gracias nuevamente por hacerme viajar.
Pues ahora con un pie en tierra y el otro en el avión para comenzar el lío más gordo en el que me he metido hasta la fecha ... A ver que sale de todo esto ... :pv( :pv( :pv(

En cuanto al vídeo no lo hago porque prefiero centrarme en la foto y no dividir recursos (mi pepito grillo personal :z: lleva ese "departamento" con su pequeña gopro y estaría muy feo quitarle el puesto ... :lol: :lol: :lol: ). Aparte debería tirarme al agua con una configuración bastante diferente de equipo, mucha más luz y 0 flashes, para obtener unos resultados decentes que después poder editar con todo el detenimiento y coordinación audiovisual que requiere.

Será cierto que estamos en la era del vídeo y que puede que documente mucho mejor las experiencias, son desde 24 y hasta 300 y más fps lo que supone mucha más información y fidelidad pero, por ahora, me sigue tirando más la foto, sobre todo la de ambiente. La dificultad y la magia que supone capturar, en un solo disparo, ese momento buscado o inesperado añadiendo además tu sal y pimienta me sigue atrapando, ya veremos hasta cuando ...

Muchísimas y sinceras gracias por tu comentario sobre mis crónicas, no abundan a pesar de que ya deben sobrepasar con creces las 100.000 lecturas solo en este foro, por eso siempre resulta reconfortante recibir palabras como las tuyas ... :ok2: :ok2: :ok2:

En relación a la dedicatoria a Nandu era obligada en su recuerdo y en el de los buenos ratos que pasamos a bordo del Ark Royal. Él había ido ya varias veces a Maldivas pero nunca había logrado ver al tiburón ballena y en esta ocasión compartida consiguió sacarse esa espina ...

La segunda dedicatoria, que me comentas que no entiendes, está irónicamente dirigida a Bartolillo el desastroso guía con el que rozamos muy de cerca la peor de las desgracias y al que, en broma, le deseo que viva muchas experiencias tan desagradables como aquella que vivimos en el huracán submarino del paso en Miyaru Faru, aun a fecha de hoy no he experimentado nada similar ni de muy lejos ... (los pelos de punta se me ponen de nombrarlo ... :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: :fr( )
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