Playa del Carmen: buceos y peripecias.
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Playa del Carmen: buceos y peripecias.
La última semana de noviembre fue verano para mí. Y mucho más. Sobre todo, mi primer viaje para bucear fuera de España. Y con mi pareja, una oportunidad de conocer el México que los turistas no conocen. Aquí os dejo el relato de mis buceos y peripecias por aquellas tierras divinas.
Antes de salir de casa los preparativos me agobiaban, y cometí algunos errores. Como confundir un viaje de aventuras con un paseo por la playa. Así que me llevé sombreritos de moda, cremitas y otras cosas que no resultaron prácticas; y me dejé, desoyendo los consejos de mi chico, otras que luego tuve que comprar allí. Pero de todo se aprende, nada irremediable. El día 22 nos fuimos en busca de momentos de felicidad en un laaargo vuelo de diez horas y media. Si el Jumbo era enorme, el espacio para sentarse me parecía minúsculo, así que me recorrí todo el avión de proa a popa y de arriba abajo en una maratón que intentaba hacer llevadero el interminable viaje. Mientras, Manu, se pasó las diez horas y media durmiendo o meditando no sé qué... ¡sin levantarse ni una sola vez ni para ir al servicio! Como él dice: disciplina y mentalización ¿???
Llegamos a Cancún, y tras un recorrido en autocar de 45 minutos, recalamos en el Riu Lupita, un resort de lo más correcto, pero, como descubrí después, con una cocina que de mexicana solo tenía el nombre.
Resulta chocante ver un árbol de Navidad en un lugar tan cálido, pero también pensé que en Belén no debía nevar demasiado...
El hotel tenía mucha vegetación y espacios verdes, y en ellos eran abundantes los coatíes. Eran muy simpáticos y daban ganas de darles de comer, pero como nos dijeron personal del hotel y recordaban numerosos carteles, son animales salvajes y no se debe practicar "feeding" con ellos, entre otras cosas porque si se acostumbran no buscan su comida; pero además, si dejas de darles, pueden enseñarte sus dientecillos y darte un buen mordisco.
El día 23, a las 7 de la mañana (aunque resulte difícil de creer, madrugar no cuesta nada por el cambio de horarios) ya nos esperaba Juanma, de Playa Diving Center (por cierto, unos fenomenales profesionales de lo más recomendables, y con una paciencia franciscana) Tocaba Cozumel. En el centro de buceo nos presentan a Raúl, nuestro guía junto con un señor ya entrado en edad, del que es lástima pero no recuerdo el nombre. Raúl nos acompañó desde el centro de buceo, en el ferry y en el taxi hasta la embarcación amarrada no muy lejos de San Miguel, la preciosa capital de la isla.
Por desgracia solo tengo esta foto antes de subir al ferry. De los buceos solo puedo decir que mi primer contacto con el Caribe fue inolvidable. La visibilidad, la temperatura y la belleza del arrecife son indescriptibles. Y lejos de lo que me había contado una persona que me ofreció una visión muy deformada de la Riviera Maya en general, y del buceo caribeño en particular; bucear a la caribeña no es tan complicado: dejarse llevar te evita interminables aleteos, siempre sabes que vas rumbo N, y te das cuenta de que lanzar la boya es algo fundamental (allí lo aprendí, y es algo tan sencillo que ahora me produce asombro cómo no lo hice antes) Pero una vez te metes en el agua, pierdes los miedos que traías, y es como todo: acostumbrarse. Hicimos inmersiones en Santa Rosa y Tormentos. Y la vida es espectacular: el colorido lo invade todo, el coral que forma verdaderas catedrales, túneles y formaciones a cual más bella, rincones increíbles, magia... El guía que acompañó a Raúl, un hombre ya de edad que buceaba como un delfín, me sorprendió por lo frugal de su equipación (unas simples bermudas, unas zapatillas muy sencillas a modo de escarpines) que me hizo pensar en lo mucho que llevamos, y lo poco que hace falta: saber bucear. Tengo que recordar también a Chabelo, el patrón, que estuvo más que atento, y su interesantísima conversación.
Y llegó el día 24. A las 8 en punto nos recogían para encontrarnos por vez primera (para mí, Manu ya había visto alguno en sus anteriores visitas) con los toros ¡Qué emocionante! Y como tengo un documento gráfico excepcional, prefiero que hable por mí:
https://www.youtube.com/watch?v=MhqfYmiVpbo[/video]
Valentina nos hizo un vídeo genial, como podéis ver. Lo cierto es que no sentí ningún miedo. Conforme iba bajando al arenal, después de las instrucciones de nuestro guía Emilio, nos arrodillamos todos a esperar el espectáculo. Cuando vi la primera hembra, me pareció tan grande, tan majestuosa, tan dueña del medio; que me quedé como en estupefacción, como en una especie de hechizo que no dejó sitio alguno al miedo. Enseguida nos vimos rodeados de un numeroso grupo de ejemplares, y cada vez iban cerrando más el círculo en torno nuestro. Pero no tenía ganas de escapar, todo lo contrario: mi deseo era acercarme a ellas todo lo posible. Para nada pensé que su carácter es de depredadores, y perdí un poco el sentido de la realidad. Comprendí también que tampoco hubiese servido de mucho hacer nada si alguno hubiese sacado su agresividad contra mí. Así que todo fue puro disfrute. Manu incluso aleteaba hacia ellas intentando en vano incluso tocarlas: estaba como atrapado por estos preciosos animales.
Ahora pienso con tristeza que estamos acabando con estos animales únicos, y que tal vez nuestros descendientes no puedan gozar de su necesaria presencia.
Pero en México hay mucho más que buceo. Y mucho más que turismo. Es un país de contrastes que te roba el alma si dejas de lado sus miserias. Porque sus grandezas son muchas. Y engancha. Playa del Carmen es realmente bonita. La 5ª Avenida es un espectáculo multicolor donde se mezclan las mejores joyerías y casas de moda del mundo con las tiendas de artesanía más sencillas y los comercios de artículos para guiris de lo más cutre. Y es fascinante entrar en una boutique de Tommy Hilfiger y, al salir, encontrar justo al lado una tiendita de artesanía muy sencilla. O ver un escaparate de Rolex o Victoria Secret´s y, unos metros más allá, un tugurio con ofertas de seis camisetas cutres, pero cutres cutres por veinte Euros. Break dancers, acróbatas callejeros, restaurantes, mariachis... Un lugar único y fascinante.
Nos compramos dos camisetas muy chulis de buceo, y Manu me regaló una bonita pulsera de ámbar, uno de los souvenir típicos de la zona. Pero Playa del Carmen es más que la 5ª Avenida. Y os hablé de la comida del hotel, abundante pero no mejicana (de nombre tal vez, pero nada más) El caso es que una noche cenamos en Yaxché, un restaurante que Manu conocía de otros viajes por su buena cocina. Pero ha cambiado de lugar. Ahora está en plena 5ª, y el pobre se llevó una desilusión, pues dice que ha perdido su autenticidad. La cena estuvo muy bien, y sin embargo ya no era como la del antiguo local. Y así empezaron mis peripecias por el México de los mexicanos...
Como es muy cabezón, se empeñó en que los touroperadores te sablean. Y como me apetecía visitar las ruinas mayas de Tulum, en lugar de recurrir a los servicios de aquéllos, nos fuimos en colectivo. Son monovolúmenes más largos que los que vemos por aquí, que por 80 pesos te llevan hasta Tulum. Y en mi vida me he reído tanto: tuvimos la suerte de sentarnos delante, junto al conductor, y es un show verle coger billetes con la mano izquierda, mientras habla con la derecha por la emisora, coloca monedas en la cajita de madera que lleva al efecto... y finalmente el volante va solo, como si estuviese ya entrenado, a 140 por la autopista
Las ruinas de Tulum, muy bien conservadas, son testimonio de un pasado precolombino que merece la pena estudiar antes de la visita, pues como comprobamos al escuchar a algunos guías, le ponen miles de años y cuentan ciertas historias a los grupos de turistas que deforman mucho la imagen de la ciudad portuaria y sagrada de los mayas.
Cuando dejamos las antiguas ruinas, tuvimos ocasión de ver a unos "voladores de Papantla", tradicionales del Estado de Veracruz que se han extendido también a esta zona. En la 5ª Avenida los vimos de nuevo.
En la zona de restaurantes que hay junto a la autopista, había unos indios haciendo lo propio...
Fue el único gesto guiri que se permitió Manu en todo el día
Cuando llegó la hora de comer, se negó en redondo a sentarse en restaurantes de "plástico", y me llevó a una taquería que me pareció super cutre. Pero lo cierto es que nunca probé unas tortillas de frijoles tan ricas. Y es que sabían a maíz de verdad. Entendí bien lo que Manu sabía...
¡Esto es comida mexicana! Ummm qué ricaaaa...
Total, por unos 24 Euros, transporte, entradas y comida para los dos ¡Como para ir con los grupos del hotel!
También hicimos buceos en Playa del Carmen. Y tenemos un vídeo de la zona conocida como Chun Zunbul
https://www.youtube.com/watch?v=xpCIN3vrEkg[/video]
Hay menos vida en esta época, pero la morena que se ve era enorme. Y la inmersión, a poquita profundidad, muy cómoda y bastante larga. Disfruté de lo lindo. Me he convertido en toda una experta en lanzar la boya de seguridad (que ya nunca me dejará en mis buceos)
El día 25 tocaban cenotes. Y escogimos Chac Mool. Me sorprendió mucho ver que, en realidad, están lejos de la costa. Ver en medio de la selva un pozo de agua, y descubrir la gigantesca red de galerías que alberga parece cosa imposible. Con Raúl de guía, resultó todo más sencillo, pues cambian muchas cosas: la flotabilidad, bucear bajo techo, la pérdida de visión en la haloclina... y es todo tan maravilloso... los rayos de luz que penetran desde el exterior te atrapan y no puedes dejar de mirar. Pasé bastante frío con mi 3mm (recomiendo a quienes vayan un 5mm) Os dejo algunas fotos y vídeos
https://www.youtube.com/watch?v=JrN5UwtZQcQ[/video]
https://www.youtube.com/watch?v=VtHcmd1oPPI[/video]
https://www.youtube.com/watch?v=AGhFcmoYLdY[/video]
https://www.youtube.com/watch?v=qaV2MgJuiGA[/video]
https://www.youtube.com/watch?v=9OeYmpzMu_A[/video]
Repetimos dos días después en Dos Ojos, un precioso cenote con muchas formaciones estalactíticas, del cual no tengo más imágenes que éstas a la entrada y durante el descanso entre las dos inmersiones. Es un cenote más rico en formaciones, pero más escueto en luz, por lo cual no sé decir si me gustó más Chac Mool o Dos Ojos
En Dos Ojos el guía fue Emilio, y nuestro compañero, Chema, un gran chico... Estaba heladita de frío esperando la segunda inmersión.
Repetimos tiburones toro el último día. Y una hembra pasó a unos centímetros de mi espalda, pero para cuando me percaté de los avisos de Manu, solo pude verla alejarse, pero tan cerca, que sentí mucha emoción. Noté como si algo me empujase, y era la hembra al desplazar el agua en su movimiento, pero yo pensé que era mi compañero que me empujaba. Una pena no haberla visto tan cerquita. Él la disfrutó en toda su majestuosidad.
Como despedida, esa noche cenamos en una taquería bastante alejada de la 5ª Avenida, siguiendo nuestro plan de inmersión mexicana. Situada cerca de la 30 Avenida N y la 26 Calle N, estaba muy concurrida. Comimos unas gringas enormes, muy ricas, pero me tocó (como dijo el mesero) una pizquita muy picosa, y tuve que tomar cerveza a modo de extintor en cantidades industriales. Las risas de Manu y su complicidad con los meseros aún me escuecen, jajajaja... y como despedida unas margaritas en la 5ª, con un inesperado regalo de mi chico: un precioso mariachi que me saltó alguna lagrimita. Cigarrillos al calor de la noche, cervezas y margaritas dieron con nuestros huesos en la cama a horas poco honestas...
Así fue mi primer viaje para bucear fuera de España. Y os juro que México es mucho más que buceo. Prometo regresar. Y pido disculpas si he resultado pesada, pero tenía tanto que contar, y seguiría, pero son demasiados recuerdos. Y mucho que gozar para un solo viaje: México me espera de nuevo.
Antes de salir de casa los preparativos me agobiaban, y cometí algunos errores. Como confundir un viaje de aventuras con un paseo por la playa. Así que me llevé sombreritos de moda, cremitas y otras cosas que no resultaron prácticas; y me dejé, desoyendo los consejos de mi chico, otras que luego tuve que comprar allí. Pero de todo se aprende, nada irremediable. El día 22 nos fuimos en busca de momentos de felicidad en un laaargo vuelo de diez horas y media. Si el Jumbo era enorme, el espacio para sentarse me parecía minúsculo, así que me recorrí todo el avión de proa a popa y de arriba abajo en una maratón que intentaba hacer llevadero el interminable viaje. Mientras, Manu, se pasó las diez horas y media durmiendo o meditando no sé qué... ¡sin levantarse ni una sola vez ni para ir al servicio! Como él dice: disciplina y mentalización ¿???
Llegamos a Cancún, y tras un recorrido en autocar de 45 minutos, recalamos en el Riu Lupita, un resort de lo más correcto, pero, como descubrí después, con una cocina que de mexicana solo tenía el nombre.
Resulta chocante ver un árbol de Navidad en un lugar tan cálido, pero también pensé que en Belén no debía nevar demasiado...
El hotel tenía mucha vegetación y espacios verdes, y en ellos eran abundantes los coatíes. Eran muy simpáticos y daban ganas de darles de comer, pero como nos dijeron personal del hotel y recordaban numerosos carteles, son animales salvajes y no se debe practicar "feeding" con ellos, entre otras cosas porque si se acostumbran no buscan su comida; pero además, si dejas de darles, pueden enseñarte sus dientecillos y darte un buen mordisco.
El día 23, a las 7 de la mañana (aunque resulte difícil de creer, madrugar no cuesta nada por el cambio de horarios) ya nos esperaba Juanma, de Playa Diving Center (por cierto, unos fenomenales profesionales de lo más recomendables, y con una paciencia franciscana) Tocaba Cozumel. En el centro de buceo nos presentan a Raúl, nuestro guía junto con un señor ya entrado en edad, del que es lástima pero no recuerdo el nombre. Raúl nos acompañó desde el centro de buceo, en el ferry y en el taxi hasta la embarcación amarrada no muy lejos de San Miguel, la preciosa capital de la isla.
Por desgracia solo tengo esta foto antes de subir al ferry. De los buceos solo puedo decir que mi primer contacto con el Caribe fue inolvidable. La visibilidad, la temperatura y la belleza del arrecife son indescriptibles. Y lejos de lo que me había contado una persona que me ofreció una visión muy deformada de la Riviera Maya en general, y del buceo caribeño en particular; bucear a la caribeña no es tan complicado: dejarse llevar te evita interminables aleteos, siempre sabes que vas rumbo N, y te das cuenta de que lanzar la boya es algo fundamental (allí lo aprendí, y es algo tan sencillo que ahora me produce asombro cómo no lo hice antes) Pero una vez te metes en el agua, pierdes los miedos que traías, y es como todo: acostumbrarse. Hicimos inmersiones en Santa Rosa y Tormentos. Y la vida es espectacular: el colorido lo invade todo, el coral que forma verdaderas catedrales, túneles y formaciones a cual más bella, rincones increíbles, magia... El guía que acompañó a Raúl, un hombre ya de edad que buceaba como un delfín, me sorprendió por lo frugal de su equipación (unas simples bermudas, unas zapatillas muy sencillas a modo de escarpines) que me hizo pensar en lo mucho que llevamos, y lo poco que hace falta: saber bucear. Tengo que recordar también a Chabelo, el patrón, que estuvo más que atento, y su interesantísima conversación.
Y llegó el día 24. A las 8 en punto nos recogían para encontrarnos por vez primera (para mí, Manu ya había visto alguno en sus anteriores visitas) con los toros ¡Qué emocionante! Y como tengo un documento gráfico excepcional, prefiero que hable por mí:
https://www.youtube.com/watch?v=MhqfYmiVpbo[/video]
Valentina nos hizo un vídeo genial, como podéis ver. Lo cierto es que no sentí ningún miedo. Conforme iba bajando al arenal, después de las instrucciones de nuestro guía Emilio, nos arrodillamos todos a esperar el espectáculo. Cuando vi la primera hembra, me pareció tan grande, tan majestuosa, tan dueña del medio; que me quedé como en estupefacción, como en una especie de hechizo que no dejó sitio alguno al miedo. Enseguida nos vimos rodeados de un numeroso grupo de ejemplares, y cada vez iban cerrando más el círculo en torno nuestro. Pero no tenía ganas de escapar, todo lo contrario: mi deseo era acercarme a ellas todo lo posible. Para nada pensé que su carácter es de depredadores, y perdí un poco el sentido de la realidad. Comprendí también que tampoco hubiese servido de mucho hacer nada si alguno hubiese sacado su agresividad contra mí. Así que todo fue puro disfrute. Manu incluso aleteaba hacia ellas intentando en vano incluso tocarlas: estaba como atrapado por estos preciosos animales.
Ahora pienso con tristeza que estamos acabando con estos animales únicos, y que tal vez nuestros descendientes no puedan gozar de su necesaria presencia.
Pero en México hay mucho más que buceo. Y mucho más que turismo. Es un país de contrastes que te roba el alma si dejas de lado sus miserias. Porque sus grandezas son muchas. Y engancha. Playa del Carmen es realmente bonita. La 5ª Avenida es un espectáculo multicolor donde se mezclan las mejores joyerías y casas de moda del mundo con las tiendas de artesanía más sencillas y los comercios de artículos para guiris de lo más cutre. Y es fascinante entrar en una boutique de Tommy Hilfiger y, al salir, encontrar justo al lado una tiendita de artesanía muy sencilla. O ver un escaparate de Rolex o Victoria Secret´s y, unos metros más allá, un tugurio con ofertas de seis camisetas cutres, pero cutres cutres por veinte Euros. Break dancers, acróbatas callejeros, restaurantes, mariachis... Un lugar único y fascinante.
Nos compramos dos camisetas muy chulis de buceo, y Manu me regaló una bonita pulsera de ámbar, uno de los souvenir típicos de la zona. Pero Playa del Carmen es más que la 5ª Avenida. Y os hablé de la comida del hotel, abundante pero no mejicana (de nombre tal vez, pero nada más) El caso es que una noche cenamos en Yaxché, un restaurante que Manu conocía de otros viajes por su buena cocina. Pero ha cambiado de lugar. Ahora está en plena 5ª, y el pobre se llevó una desilusión, pues dice que ha perdido su autenticidad. La cena estuvo muy bien, y sin embargo ya no era como la del antiguo local. Y así empezaron mis peripecias por el México de los mexicanos...
Como es muy cabezón, se empeñó en que los touroperadores te sablean. Y como me apetecía visitar las ruinas mayas de Tulum, en lugar de recurrir a los servicios de aquéllos, nos fuimos en colectivo. Son monovolúmenes más largos que los que vemos por aquí, que por 80 pesos te llevan hasta Tulum. Y en mi vida me he reído tanto: tuvimos la suerte de sentarnos delante, junto al conductor, y es un show verle coger billetes con la mano izquierda, mientras habla con la derecha por la emisora, coloca monedas en la cajita de madera que lleva al efecto... y finalmente el volante va solo, como si estuviese ya entrenado, a 140 por la autopista
Las ruinas de Tulum, muy bien conservadas, son testimonio de un pasado precolombino que merece la pena estudiar antes de la visita, pues como comprobamos al escuchar a algunos guías, le ponen miles de años y cuentan ciertas historias a los grupos de turistas que deforman mucho la imagen de la ciudad portuaria y sagrada de los mayas.
Cuando dejamos las antiguas ruinas, tuvimos ocasión de ver a unos "voladores de Papantla", tradicionales del Estado de Veracruz que se han extendido también a esta zona. En la 5ª Avenida los vimos de nuevo.
En la zona de restaurantes que hay junto a la autopista, había unos indios haciendo lo propio...
Fue el único gesto guiri que se permitió Manu en todo el día
Cuando llegó la hora de comer, se negó en redondo a sentarse en restaurantes de "plástico", y me llevó a una taquería que me pareció super cutre. Pero lo cierto es que nunca probé unas tortillas de frijoles tan ricas. Y es que sabían a maíz de verdad. Entendí bien lo que Manu sabía...
¡Esto es comida mexicana! Ummm qué ricaaaa...
Total, por unos 24 Euros, transporte, entradas y comida para los dos ¡Como para ir con los grupos del hotel!
También hicimos buceos en Playa del Carmen. Y tenemos un vídeo de la zona conocida como Chun Zunbul
https://www.youtube.com/watch?v=xpCIN3vrEkg[/video]
Hay menos vida en esta época, pero la morena que se ve era enorme. Y la inmersión, a poquita profundidad, muy cómoda y bastante larga. Disfruté de lo lindo. Me he convertido en toda una experta en lanzar la boya de seguridad (que ya nunca me dejará en mis buceos)
El día 25 tocaban cenotes. Y escogimos Chac Mool. Me sorprendió mucho ver que, en realidad, están lejos de la costa. Ver en medio de la selva un pozo de agua, y descubrir la gigantesca red de galerías que alberga parece cosa imposible. Con Raúl de guía, resultó todo más sencillo, pues cambian muchas cosas: la flotabilidad, bucear bajo techo, la pérdida de visión en la haloclina... y es todo tan maravilloso... los rayos de luz que penetran desde el exterior te atrapan y no puedes dejar de mirar. Pasé bastante frío con mi 3mm (recomiendo a quienes vayan un 5mm) Os dejo algunas fotos y vídeos
https://www.youtube.com/watch?v=JrN5UwtZQcQ[/video]
https://www.youtube.com/watch?v=VtHcmd1oPPI[/video]
https://www.youtube.com/watch?v=AGhFcmoYLdY[/video]
https://www.youtube.com/watch?v=qaV2MgJuiGA[/video]
https://www.youtube.com/watch?v=9OeYmpzMu_A[/video]
Repetimos dos días después en Dos Ojos, un precioso cenote con muchas formaciones estalactíticas, del cual no tengo más imágenes que éstas a la entrada y durante el descanso entre las dos inmersiones. Es un cenote más rico en formaciones, pero más escueto en luz, por lo cual no sé decir si me gustó más Chac Mool o Dos Ojos
En Dos Ojos el guía fue Emilio, y nuestro compañero, Chema, un gran chico... Estaba heladita de frío esperando la segunda inmersión.
Repetimos tiburones toro el último día. Y una hembra pasó a unos centímetros de mi espalda, pero para cuando me percaté de los avisos de Manu, solo pude verla alejarse, pero tan cerca, que sentí mucha emoción. Noté como si algo me empujase, y era la hembra al desplazar el agua en su movimiento, pero yo pensé que era mi compañero que me empujaba. Una pena no haberla visto tan cerquita. Él la disfrutó en toda su majestuosidad.
Como despedida, esa noche cenamos en una taquería bastante alejada de la 5ª Avenida, siguiendo nuestro plan de inmersión mexicana. Situada cerca de la 30 Avenida N y la 26 Calle N, estaba muy concurrida. Comimos unas gringas enormes, muy ricas, pero me tocó (como dijo el mesero) una pizquita muy picosa, y tuve que tomar cerveza a modo de extintor en cantidades industriales. Las risas de Manu y su complicidad con los meseros aún me escuecen, jajajaja... y como despedida unas margaritas en la 5ª, con un inesperado regalo de mi chico: un precioso mariachi que me saltó alguna lagrimita. Cigarrillos al calor de la noche, cervezas y margaritas dieron con nuestros huesos en la cama a horas poco honestas...
Así fue mi primer viaje para bucear fuera de España. Y os juro que México es mucho más que buceo. Prometo regresar. Y pido disculpas si he resultado pesada, pero tenía tanto que contar, y seguiría, pero son demasiados recuerdos. Y mucho que gozar para un solo viaje: México me espera de nuevo.
A veces hace falta la noche espesa y cegadora para comprender que a nuestro alrededor hay seres que son pura luz
Luis Artigue
Ya no hay tragedia en mi vida. Así, no puedo escribir poemas. Soy demasiado feliz, y la felicidad es enemiga de la inspiración.
Manuel Villa López
Luis Artigue
Ya no hay tragedia en mi vida. Así, no puedo escribir poemas. Soy demasiado feliz, y la felicidad es enemiga de la inspiración.
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Muy buena crónica y muy entretenida su lectura. Dan ganas de irse p'allá ahora mismo!
- jimy_cadiz
- Dive Monster Weber
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- Registrado: 09/Feb/2014, 21:27
Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Gracias por compartir vuestro viaje,la verdad que leyéndoos me trae mucho recuerdos de mi viaje,mi lastima que no fuera temporada para el toro pero bueno la fue para el ballena y como dice blaufer dan ganas de irse ahora mismo para ya.
El Cadiz de verdad se encuentra bajo sus aguas.
Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Pesada? para nada, la crónica está muy bien, con todo lujo de detalles Muchas gracias por compartir tu viaje con nosotros!
En menos de dos semanas me voy para allá, y si ya de por sí tenía unas ganas locas de irme, después de leerte...mas todavía!
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"The cure for anything is salt water: sweat, tears or the sea"
Isak Dinesen
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- fidelinho
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Muy interesante la crónica
Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Que buenos recuerdos!! Ya tengo ganas de volver. Lo que más me ha gustado es lo disfrutón que se ve a tu chico.
- Carola
- Rescue Weber Diver
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Ay, sí, quién pudiese regresar...BLAUFER escribió:Muy buena crónica y muy entretenida su lectura. Dan ganas de irse p'allá ahora mismo!
A veces hace falta la noche espesa y cegadora para comprender que a nuestro alrededor hay seres que son pura luz
Luis Artigue
Ya no hay tragedia en mi vida. Así, no puedo escribir poemas. Soy demasiado feliz, y la felicidad es enemiga de la inspiración.
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- Carola
- Rescue Weber Diver
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Ufff, como es un lugar para repetir muchas veces, veremos toros y ballenas... y ruinas mayas, y tequila, y tantas cosasjimy_cadiz escribió:Gracias por compartir vuestro viaje,la verdad que leyéndoos me trae mucho recuerdos de mi viaje,mi lastima que no fuera temporada para el toro pero bueno la fue para el ballena y como dice blaufer dan ganas de irse ahora mismo para ya.
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
¿Tienes sitio, aunque sea en las maletas, para dos ayudantes? Qué envidiaaaamorpheus escribió:Pesada? para nada, la crónica está muy bien, con todo lujo de detalles Muchas gracias por compartir tu viaje con nosotros!
En menos de dos semanas me voy para allá, y si ya de por sí tenía unas ganas locas de irme, después de leerte...mas todavía!
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
fidelinho escribió:Muy interesante la crónica
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
¿Mi chico? Se me enamoró de una tiburona y se me iba con ella Creo que deseaba quedarse con ella allí abajofradol escribió:Que buenos recuerdos!! Ya tengo ganas de volver. Lo que más me ha gustado es lo disfrutón que se ve a tu chico.
Menos mal que aún tengo ascendente sobre él
Eso sí: disfruta más por los andurriales que por la 5ª Avenida, me salió algo silvestre
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Ya no hay tragedia en mi vida. Así, no puedo escribir poemas. Soy demasiado feliz, y la felicidad es enemiga de la inspiración.
Manuel Villa López
Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Gracias por compartir tu experiencia con nosotros
No ha resultado nada pesada, quien pudiese irse ahora mismo...
No ha resultado nada pesada, quien pudiese irse ahora mismo...
No intento impresionarte, pero nado sin manguitos.
Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Gracias por explicarlo, así de fácil.
Me ha gustado mucho y como dicen, dan ganas de liarse la manta y tirar para allí.
Algún día, contaré el mío.
Saludos.
Me ha gustado mucho y como dicen, dan ganas de liarse la manta y tirar para allí.
Algún día, contaré el mío.
Saludos.
Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Muy buena la crónica se nota y trasmites que disfrutaste el viaje.
Lo mejor la cara de tu zagal con los indios, , me río porque yo también tengo alguna foto así de serio en circunstancias similares colocado alli por mi Mari.
Lo mejor la cara de tu zagal con los indios, , me río porque yo también tengo alguna foto así de serio en circunstancias similares colocado alli por mi Mari.
Canon G-10, Carcasa FISHEYE FIX G10, INON D2000, Lente macro INON 165
GALÁPAGOS http://www.forobuceo.com/phpBB3/viewtop ... 15&t=65407
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- Izen
- Dive Monster Weber
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Para ser el primer viaje fuera de España distes en la diana, mar (en época de "tiburonas") y cenotes, éxito asegurado ... enhorabuena por la detallada crónica ...
LIBRO en PAPEL de Izen Kai: BUCEAR con TIBURONES. Cómo AMARLOS sin ARREPENTIRSE en el intento. https://izenkai.wordpress.com/2021/08/3 ... l-intento/
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Última Crónica: Yonaguni (Japón): El desconcertante poder de la conjuración
https://i.imgur.com/bqAok1p.png
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- Carola
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Gracias a todos, de verdad. Pensaba que iba a resultar un tostón
Ay, Kanuto, es que él lleva muy mal el tema de los guiris y todo lo que sea ruido, gente y turismo de alpargata pero eso sí, entre las calles apartadas de Playa y los meseros de las taquerías "de verdad" estaba como "tiburona" en el agua
Me gustó mucho, demasiado, y sé que volveré
Ay, Kanuto, es que él lleva muy mal el tema de los guiris y todo lo que sea ruido, gente y turismo de alpargata pero eso sí, entre las calles apartadas de Playa y los meseros de las taquerías "de verdad" estaba como "tiburona" en el agua
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A veces hace falta la noche espesa y cegadora para comprender que a nuestro alrededor hay seres que son pura luz
Luis Artigue
Ya no hay tragedia en mi vida. Así, no puedo escribir poemas. Soy demasiado feliz, y la felicidad es enemiga de la inspiración.
Manuel Villa López
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Hola Carmen, soy Chema.
Gracias por tu relato. Yo al final no hice los Toro, tenía que esperar dos días hasta la siguiente salida y eso me descuadraba el resto del viaje por México. Pero lo que realmente me gustó y eso si que me ha creado adicción es bucear en los cenotes, estoy deseando volver por allí para sumergirme en las profundidades de la Tierra, en esos mundos silenciosos donde la Naturaleza se esforzó tantísimo por decorarlos con tanta belleza.
Fue un placer bucear con vosotros en el Dos Ojos.
Saludos y Feliz Año Nuevo
Gracias por tu relato. Yo al final no hice los Toro, tenía que esperar dos días hasta la siguiente salida y eso me descuadraba el resto del viaje por México. Pero lo que realmente me gustó y eso si que me ha creado adicción es bucear en los cenotes, estoy deseando volver por allí para sumergirme en las profundidades de la Tierra, en esos mundos silenciosos donde la Naturaleza se esforzó tantísimo por decorarlos con tanta belleza.
Fue un placer bucear con vosotros en el Dos Ojos.
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Gracias a ti Chema, que pena que no pudieras ver las toras. Pero realmente los cenotes atraen muchísimo,chemin escribió:Hola Carmen, soy Chema.
Gracias por tu relato. Yo al final no hice los Toro, tenía que esperar dos días hasta la siguiente salida y eso me descuadraba el resto del viaje por México. Pero lo que realmente me gustó y eso si que me ha creado adicción es bucear en los cenotes, estoy deseando volver por allí para sumergirme en las profundidades de la Tierra, en esos mundos silenciosos donde la Naturaleza se esforzó tantísimo por decorarlos con tanta belleza.
Fue un placer bucear con vosotros en el Dos Ojos.
Saludos y Feliz Año Nuevo
a nosotros nos encantó... y como seguro volveremos, hay mas cenotes que ver.
Luego a ver si subo las fotos de la Baticueva y la línea de barby.
Para nosotros también fué un placer bucear contigo en el Dos Ojos.
Saludos!!
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
He añadido unas fotos nuevas que me mandó el amigo Chema, del cenote Dos Ojos, la Baticueva y la línea de Barbi.
Gracias Chema.
Un saludo!
Gracias Chema.
Un saludo!
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
wow! que bueno el cartel ese!!
Buena cronica!
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- Carola
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Re: Playa del Carmen: buceos y peripecias.
Gracias Lordcachuly... ese cartel asusta, pero en todos los cenotes los hay... ya te advierten de NO PASAR.Lordcachuly escribió:wow! que bueno el cartel ese!!
Buena cronica!
De todas formas con lo que ves ya es suficiente. Me gustaron mucho las inmersiones con las toras, pero los cenotes enganchan. Mexico engancha...volveremos!
Saludos!!
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